La vida de María siempre ha estado ligada a un coche. Hija de Emilio de Villota, el primer y legendario piloto español de Fórmula 1, logró lo que ninguna mujer española había conseguido jamás: pilotar un Fórmula 1. Escalón tras escalón, logró demostrar a escépticos, aficionados y profesionales, que una mujer es perfectamente capaz de llegar a lo más alto en este difícil y competitivo mundo del automovilismo. De la F Junio a la F-3, a la F-3000, María de Villota ostentóuna sucesión de récords deportivos que la conviertieron en una mujer única. En su casco siempre llevó con todo nuestro orgullo el logo de ¡HOLA!, desde donde la apoyamos desde sus inicios en el mundo del motor. "Supongo que tener un padre ex piloto de Fórmula 1 (Emilio de Villota) ha influido lo suyo. He de decir, no sin cierto orgullo porque soy una de las pocas mujeres que lo hacen, que llevo ya trece años compitiendo como piloto profesional. Y he de confesar que me siento como 'pez en el agua'. Así se definía María de Villota en la descripción del blog que comenzó a escribir para hola.com, Un casco en mi vestidor, en el año 2007.
Perdió el ojo derecho debido a la gravedad de sus heridas, pero fue todo un ejemplo de fortaleza y superación. “Estoy mucho mejor, aunque esto es una carrera de resistencia. Hay vida más allá de la Fórmula 1. Lo más importante es estar viva". Un testimonio sobrecogedor de una campeona que volvió a nacer. "El ojo que he perdido me ha devuelto el norte. Esta nueva oportunidad la voy a vivir al cien por cien. Ahora me miro al espejo y estoy orgullosa, porque creo que la imagen actual dice más de María de Villota que la anterior. Me pregunté quién me iba a querer a mí, y me he encontrado con que me han querido más que en toda mi vida”, dijo María al borde de las lágrimas en su primera comparecencia pública tras el accidente. Gracias al apoyo y amor de sus padres, Emilio e Isabel, de sus dos hermanos y de su pareja, Rodrigo, la gran campeona volvió a nacer y lo hizo con más fuerza que nunca.
María no se cansó de dar las gracias por la nueva oportunidad que le había brindado la vida y celebró por todo lo alto "el primer cumpleaños" desde lo sucedido. Meses después, en julio, contrajo matrimonio con Rodrigo García Millán, su entrenador, con el que estaba deseando tener hijos. La joven piloto atravesaba un momento inmejorable en su vida, con múltiples proyectos como precisamente su libro autobiográfico, que iba a presentar el próximo lunes con el título La vida es un regalo. Un año y medio después del accidente y cuando parecía que la vida no había hecho más que comenzar de nuevo, María ha fallecido en Sevilla, horas antes de participar en el congreso Lo que de verdad importa.
Adiós María, hasta siempre
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