Un año más, entregó los Premios SM de Literatura Infantil y Juvenil "El Barco de Vapor" y "Gran Angular" en la Casa de Correos de Madrid
De sobra es conocida por todos la pasión que doña Letizia siente por la lectura, una afición que una vez más quedó demostrada durante su último discurso público. Fue este martes, durante la entrega de los Premios SM de Literatura Infantil y Juvenil "El Barco de Vapor" y "Gran Angular". Durante su intervención, la Reina volvió a defender el valor indiscutible de los libros.
A su llegada al acto, que tuvo lugar en la Casa de Correos de Madrid, la esposa del rey Felipe VI acaparó todas las miradas con un outfit de estreno. Marcando estilo, para la ocasión optó por un total-look negro en el que combinó una chaqueta chaleco en tweed de la colección comercial de Felipe Varela, con unos pantalones y zapatos de tacón, además de una cartera de mano a juego. Allí, doña Letizia fue recibida por distintas autoridades entre las que se encontraba la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes.
Defensora a ultranza de la importancia de que los niños y jóvenes crezcan rodeados de libros para que aprendan a amar la literatura, doña Letizia agradeció la invitación a entregar estos galardones “por lo que suponen al escenificar el respaldo institucional a una industria, la del libro infantil y juvenil, que va más allá de cualquier legítima actividad económica: estamos aquí porque la lectura, la educación... nos hacen probablemente mejores”. De los premiados, Roberto Santiago, por Los Protectores, y Álvaro García Hernández, por León Kamikaze, la Reina afirmó que “si Cervantes dejó escrito que la pluma es la lengua del alma”, "los dos ganadores de esta noche han empeñado no sólo su alma, sino todo su corazón y su esfuerzo en sus dos novelas."Insisto cada año, si tenéis la oportunidad leed estos dos libros aunque no seáis niños ni tengáis 14 años. Yo voy camino de 44, casi 50, (dijo provocando las risas del patio de butacas) y los he disfrutado un montón. Gracias a todos los que estáis involucrados en cualquiera de los modos posibles en esa tarea que parece fácil, quizá intrascendente, que es conseguir que una persona, un niño, cualquiera, se detenga, permanezca en silencio con cierto recogimiento por un tiempo, coja un libro y lea. Sólo eso. Tanto, tantísimo, como eso. Gracias", concluyó la Reina.
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