Natalia Verbeke se refugia en una amiga tras afirmarse que habria uesto fin a su noviazgo con Gonzalo de Castro

Hace tiempo que no la veíamos ni en la televisión, ni el cine, ni en ningún acto público. Desde que finalizara su trabajo en las series Los Serrano y Doctor Mateo y su trabajo en la película Las chicas de la sexta planta en el 2010, Natalia Verbeke ha permanecido un tanto alejada de los focos.La última vez que la vimos en público fue en el 'Beefeter London Market' a principios del pasado mes de diciembre y anteriormente en la inauguración de un festival de videojuegos en Bilbao y después ni rastro. Además en estas dos apariciones la vimos en solitario y sin su pareja, el también actor Gonzalo de Castro, del que parece haberse distanciado. 

Según asegura Paco Caro, fundador y propietario de la agencia de comunicación Equipo Singular, en su Twitter, Natalia Verbeke y Gonzalo de Castro han roto, aunque, por el momento, no hay confirmación por ninguno de los protagonistas. 

Este fin de semana, Natalia se ha dejado ver en compañía de una amiga por los rincones de Madrid. La actriz salió a tomar algo y así se la pudo ver enfrascada en una entretenida conversación en la terraza de un restaurante.Tras la comida, Natalia y su amiga abandonaron el local y continuaron su charla mientras paseaban por las calles madrileñas. Para la ocasión, Natalia eligió un atuendo de lo más cómodo. Unos vaqueros, botines marrones, camiseta azul de manga larga y abrigo beige de manga corta que dejaba a la vista las mangas de su camiseta. Con el pelo recogido en un moño sencillo, la actriz se dejó ver muy sonriente mientras hablaba con su amiga.La última vez que vimos juntos Natalia y Gonzalo fue el pasado mes de noviembre, cuando ambos acudieron juntos al entierro de Emilio Aragón 'Miliki'.

La pareja comenzó a salir a principios de 2010, aunque su relación no se hizo pública hasta el mes de junio. Natalia Verbeke y Gonzalo de Castro se conocieron durante el rodaje de la serie Doctor Mateo y su complicidad fue tal que decidieron comenzar un noviazgo a pesar de sus doce años de diferencia.