La expectación era total. Porque la entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2014 al historiador Tarsicio de Azcona iba a contar por última vez con la presencia de los Príncipes de Asturias y Viana, en un breve plazo futuros Reyes de España, y porque durante la ceremonia el Heredero pronunciaría su primer discurso oficial tras el anuncio de la abdicación del Rey.
Además, este año se cumple la XXV edición del premio y habían sido invitados junto al premiado, a las autoridades y a los familiares y amigos de Tarsicio de Azcona, los galardonados de años anteriores. El acto ha comenzado a las 11:30 horas y debido a las malas condiciones meteorológicas se ha trasladado improvisadamente del Patio de la Hospedería del Monasterio de Leyre a la iglesia abacial, donde don Felipe y doña Letizia, fiel a Varela en su primera aparición tras conocerse que en pocas semanas se convertirá en Reina, han sido recibidos por las principales autoridades navarras, encabezadas por la presidenta Yolanda Barcina, y las interpretaciones musicales de los himnos a cargo del Orfeón Pamplonés.
Tras las intervenciones de la presidenta Yolanda Barcina y del premiado, don Felipe, impecable y en algunos momentos haciendo grandes esfuerzos de contención, ha pronunciado su primer discurso tras la renuncia de su padre, el Rey: "Esta es, sin duda, una cita muy anhelada y querida. Pero, es evidente que el día de hoy tiene una significación especial –con permiso padre Tarsicio− después de que, este pasado lunes, S. M. el Rey anunciara su decisión de abdicar la Corona de España y poner fin a su reinado. De manera que las circunstancias llevan a que mis primeras palabras después del anuncio de Su Majestad tengan lugar en esta querida tierra navarra, uno de los solares originarios de nuestra Patria española".
Durante su intervención, ante la siempre pendiente y orgullosa mirada de la Princesa, ha reiterado su empeño y voluntad de servir a los españoles y a nuestra "querida España": "Me permitirán, señoras y señores, que respetando el procedimiento parlamentario iniciado les reitere mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas, con esperanza y con ilusión a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una Nación, una comunidad social y política unida y diversa que hunde sus raíces en una Historia milenaria".
Tras la conclusión de la entrega del premio, los Príncipes de Asturias y de Viana, junto a los miembros del Gobierno de Navarra y los presidentes de la Comunidad foral y del Parlamento, han asistido a la inauguración de un órgano, recientemente restaurado, y han participado en el Homenaje a los Reyes de Navarra. En primer lugar se ha procedido a la inauguración del instrumento musical, con motivo de lo cual intervino el abad mitrado de Leyre y se interpretó un pequeño concierto. A continuación, ha tenido lugar el homenaje a los Reyes de Navarra, consistente en una liturgia de la palabrapresidida por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, y concelebrada por el abad y los sacerdotes de la comunidad benedictina del monasterio. En el transcurso de la ceremonia, la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, ha hecho entrega en una urna de plata del donativo simbólico de las instituciones para el mantenimiento del culto en del monasterio.
A su término, las autoridades se han dirigido al muro norte del templo, donde se encuentra el sepulcro de los primeros Reyes de reino de Pamplona, precursor del reino de Navarra, entre los que figuran Iñigo Arista (primer rey de Pamplona, siglo IX), García I Iñíguez (siglo IX), Fortún Sánchez I (último rey de la dinastía Iñiga, siglo IX), Sancho I Garcés (siglo X), García Sánchez I (siglo X) y Sancho Garcés II Abarca (siglo X). Ante el arca neogótica de madera que custodia sus restos, don Felipe ha depositado una corona de flores rojas con la leyenda Felipe y Letizia, Príncipes de Asturias y de Viana.
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