Harry de Inglaterra ha llegado al destino que, según informa la prensa británica, le ha costado su relación con Cressida Bonas. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales ha viajado a Estados Unidos para asistir a la boda de su buen amigo Guy Pelly con la heredera americana Lizzy Wilson.
Al parecer, Harry y Cressida rompieron por una disputa sobre el billete de avión de 790 euros que la joven tenía que pagar de su bolsillo para volar a Estados Unidos, asegura el periódico The Daily Telegraph. Cressida decidió afrontar al príncipe sobre el futuro de su relación, ya que no quería pagar la tarifa si su relación no llegaba a prosperar, de acuerdo con el matutino. La conversación concluyó con la decisión de la pareja de "seguir por caminos separados", después de dos años de relación, pese a que los amigos cercanos están convencidos de que los dos "se arrepentirán", señala el diario.
Harry tendría que haber llegado a Estados Unidos junto a Cressida, pero tras su ruptura, llegó solo y con semblante serio. El príncipe aterrizó en Miami y antes de viajar en un vuelo privado a Memphis, disfrutó de una noche de amigos en un bar de la ciudad. Al día siguiente, llegó a Memphis, donde ya se encontraba su hermano Guillermo, y por la noche salieron a cenar con los novios, que se darán el 'sí, quiero' este sábado.
Otras hipótesis, aseguran que la ruptura apunta al deseo de la joven, graduada recientemente en la Escuela de Danza de Labán, de "centrarse en su carrera". Las fuentes del círculo de amistades de la pareja insisten en que "el Príncipe quiere realmente que se le permita seguir adelante con su vida" y en que la inesperada separación ha sido "muy amistosa": "Siguen siendo muy buenos amigos. Sólo han decidido seguir caminos separados", informó Daily Mail.
Otra fuente cercana a Cressida comentó el martes por la noche después de darse a conocer la noticia que "el príncipe Harry quiere mucho a Cressie y entiende que ella quiera hacer algo con su vida y su carrera antes de asentarse definitivamente". Hay quien apunta en cambio que el motivo de la ruptura de la pareja, que llevaba saliendo casi dos años, ha sido el carácter "demasiado absorbente" de Cressida.
Sea cuales sean las causas, lo cierto es que la ruptura del príncipe Harry y Cressida ha sido como un jarro de agua fría para sus seguidores, especialmente tan poco tiempo después de lo que se había interpretado como grandes avances en su relación: sus primeras apariciones públicas juntos.
La inesperada decisión puede recordar a la breve ruptura del príncipe Guillermo y su entonces novia, Kate Middleton. La pausa obró maravillas en su relación: esta semana celebran de hecho su tercer aniversario de bodas y el éxito de su reciente gira a Nueva Zelanda y Australia. Tal vez les ocurra lo mismo: "No me sorprendería en absoluto que volvieran juntos en unos cuantos meses".
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