Los enamorados contrayentes, los delicados bordados de oro del vestido nupcial, el mobiliario ricamente ornamentado con decoración de mosaico y la presencia de Abdalá de Jordania dan cuenta de una nueva boda real de las mil y una noches en Ammán. La Corte Real hachemita brindó el pasado sábado por la felicidad de los novios, la princesa Imán, tercera hija del recordado Hussein y Noor de Jordania, y el empresario Zaid Azmi Mirza, hijo del exembajador jordano en Brasil, Azmi Mirza.
La novia, que tiene 29 años, nació el 24 de abril de 1983 en Amán; tiene dos hermanos, los príncipes Hamzah y Hashim, y una hermana más pequeña, la princesa Raiyah; es medio hermana del rey Abdalá y, como es tradición en la familia, estudió en la Real Academia Militar de Sandhurst y en la Universidad de América en Washington. Y el novio, que tiene 34, siempre mostró gran interés en las artes marciales y, en particular, en el jiu jitsu brasileño. Él es presidente de la Fuerza del Desierto (la primera Organización Árabe Profesional de Artes Marciales Mixtas) y fundador de la Federación de Jiu Jitsu brasiñeño y Artes Marciales Mixtas en Jordania... Eso a ojos del mundo, porque a sus ojos son simplemente el uno para el otro. Y ahora, por fin, marido y mujer.
Tres meses después de su compromiso en la tradicional Fatiha, la pareja contrajo matrimonio en una ceremonia privada (Nikah), ante los reyes Abdalá (hermanastro de la novia) y Rania, así como de la reina Noor, en el palacio Bab Al-Salam. Tras las nupcias, los recién casados festejaron su unión con un banquete de bodas junto a sus invitados, los miembros de la Familia Real, la familia del novio y amigos cercanos a la pareja, que fueron testigos de la ilusión con la que comienzan una nueva vida juntos. Larga y feliz.
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