El juicio contra el torero José Ortega Cano ha comenzado esta mañana en el Juzgado de lo Penal 6 de Sevilla por el choque mortal que protagonizó hace casi dos años mientras conducía de noche por una carretera secundaria. El diestro ha asegurado ante la juez Sagrario Romero que no se considera responsable por los delitos que se le imputan de homicidio imprudente y contra la seguridad vial.
El torero ha llegado al juicio con gesto muy serio, traje azul a rayas y corbata roja. Unos cuarenta fotógrafos y cámaras de televisión han captado los momentos previos al inicio del juicio, con el acusado sentado en el banquillo de los acusados.
Ortega Cano conducía supuestamente bajo los efectos del alcohol en dirección a su finca Yerbabuena, en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), y después de adelantar de manera peligrosa a varios conductores, su vehículo chocó frontalmente con el de Carlos Parra, que murió en el acto. La Fiscalía de Sevilla solicita cuatro años de cárcel para el torero por estos delitos.Ortega Cano conducía a 125 kilómetros por hora en una carretera limitada a 90 km/h y triplicaba la tasa de alcohol permitida, con 1,26 gramos por litro de sangre, según el escrito de acusación del ministerio fiscal. Durante las cuestiones previas al inicio del juicio, la defensa ha expuesto que el uso de la prueba de sangre no se hizo conforme a Derecho. El letrado ha argumentado que va contra el derecho a la intimidad que no hubiera una resolución motivada por parte del juez. El fiscal ha rechazado que el juez no motivara su petición. Además, el abogado del torero ha asegurado que este padece una fibrilación cardiaca que podría haber justificado un vahído o leve desvanecimiento la noche del accidente, por lo que ha pedido que unos catedráticos en Medicina presenten sus conclusiones al respecto. El fiscal ha rechazado de manera tajante la citación de los expertos, ya que esta debería haberse pedido durante la instrucción.
El día del accidente la calzada, estaba en buen estado de conservación, con señalización vertical y horizontal, y balizas reflectantes, pero el terrible choque fue de tal violencia que ambos coches resultaron siniestro total. El torero permaneció varias semanas entre la vida y la muerte y sufrió diversas operaciones.Durante la instrucción, el diestro ofreció ante el juez diferentes y contradictorias versiones sobre lo ocurrido ese día. Desde una copa de cava hasta carencia absoluta de alcohol: “Simplemente probé una copa de cava que me ofrecieron. (...) Me limité a degustar la copa de cava, y si hubiera tomado más allá de mojarme los labios, lo diría. (...) No tomé nada de alcohol en todo el día. (...) En absoluto tomé alcohol antes de la conducción”.
El escrito del fiscal resalta que la víctima, que esa noche circulaba a 51 kilómetros por hora, “no tuvo espacio ni tiempo material para evitar la colisión (…) Como consecuencia de la brutal colisión el sr. Parra falleció en el acto por traumatismo torácico severo y rotura cardiaca”.
El juicio tiene fijadas cinco sesiones entre esta semana y la próxima. Hoy está prevista la declaración del diestro, si decide declarar, y en la vista oral comparecerán los agentes que rescataron al torero de su vehículo tras el accidente, además de múltiples conductores a los que Ortega Cano adelantó esa noche de manera peligrosa. Uno de ellos llamó al 112 para alertar de la alarmante forma de conducir del diestro.
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