El próximo mes de junio, las gemelas de Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick cumplirán cuatro añitos. Parece que fue ayer cuando la pareja sorprendió a todos anunciando que, después de tener a su hijo James, que ya tiene diez años, habían decidido ser padres de nuevo. Las niñas llegaron al mundo en 2009 a través de un vientre de alquiler y así, el matrimonio consiguió cumplir su sueño de ampliar la familia. Desde entonces, su marido y sus hijos se han convertido en el principal motor de la vida de la protagonista de Sexo en Nueva York, que ahora es mucho más selecta a la hora de escoger sus proyectos profesionales, ya que no quiere pasar mucho tiempo fuera de casa.
Así, todos los días vemos a la actriz paseando con sus hijas por las calles de Nueva York. Marion y Tabitha se han convertido en iconos de moda en miniatura y Sarah Jessica las viste como verdaderas muñecas. Siempre con abrigos, botas, vestidos o gorritos a juego, las niñas son habitualemente el objetivo de fotógrafos y curiosos, que no pueden evitar sonreír al verlas tan vivarachas y simpáticas. Como las instantáneas que protagonizaron hace unos días, cuando se puso a nevar en la Gran Manzana y no dudaron en abrir la boca para intentar 'comerse' los copos de nieve.
Viendo sus estilismos, no es de extrañar que muchos auguren que las niñas podrían herderar el gusto por la moda de su madre y pasar a formar parte en un futuro del selecto grupo de las denominadas it girls, cuyos looks son imitados en todos los lugares del mundo.
Por el momento, parece que Sarah Jessica ha decidido hacer un breve paréntesis en su carrera para poder dedicar más tiempo a su familia. Sus últimos trabajos en la gran pantalla fueron Tentación en Manhattan, en la que compartía protagonismo con Pierce Brosnan, y Noche de fin de año, una comedia coral con grandes estrellas de Hollywood como Halle Berry, Katherine Heigl, Zac Efron, Jessica Biel, Ashton Kutcher o Hilary Swank, mientras que en televisión, la actriz ha participado en varios capítulos de la cuarta temporada de la exitosa serie Glee, en la que da vida a la editora de la revista Vogue.
Su papel de Carrie Bradshaw la coronó como icono de moda y referencia de estilo para mujeres de todo el mundo, sin embargo, parece que el usuo diario de su colección de zapatos, entre ellos los famosos Manolo Blahnik, le ha pasado factura. Hace unos días, la actriz anunció que sufre daños irreparables en los pies por lo que deberá hacer todo lo posible por evitar ponerse esos tacones de infarto y reservarlos para ocasiones muy especiales. "Durante diez años, corría literalmente en tacones. Trabajaba 18 horas al día y nunca me los quitaba. Llevaba zapatos bonitos, algunos mejores que otros, y nunca me quejaba", confesó en una reciente entrevista.
Esta semana la actriz se ha vuelto en convertir en noticia por unas polémicas declaraciones que ha realizado y en las que se ha mostrado algo crítica con Los diarios de Carrie, la precuela de la serie que la catapultó a la fama. Protagonizada por AnnaSophia Robb, la ficción del canal CW narra los años de instituto de Carrie, cuando empezaba a hacer sus primeros pinitos como escritora y a vivir sus primeras historias de amor. Sin embargo, la serie no sólo no ha conseguido convencer a la crítica ni al público, sino que tampoco ha sido del agrado de Sarah Jessica: "No estoy muy segura de lo que siento... Creo que es una de esas veces en las que pones a prueba tu generosidad. Es una chica fantástica y me gustaría que ella se sintiera bien pero es... muy extraño".
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