Carlos y Camilla de Inglaterra han empezado en Jordania su gira de nueve días por Oriente Medio. Nada más llegar, tras haber recorrido los más de 3.500 kilómetros de viaje, los anfitriones jordanos, Abdalá y Rania, obsequiaron a sus invitados reales con una cena en Beit al-Urdun, la residencia privada de la Familia Real jordana en Ammán, y al día siguiente desplegaron en su honor la alfombra roja a su llegada al Palacio Real. El rey Abdalá no se reservó ningún homenaje al Heredero al trono británico al que dedicó un cambio de guardia.
Tampoco la siempre elegante reina Rania, impresionante con un vestido bicolor azul klein y blanco, a la Duquesa de Cornualles. La soberana saludó afectuosamente a la duquesa Camilla plantándole un beso en la mejilla cuando sus maridos se saludaron. La Duquesa correspondió al saludo con una delicada reverencia a Rania de Jordania, que tiene prioridad como Reina. Tras la ceremonia oficial de bienvenida, ambas parejas se dirigieron al interior de palacio donde mantuvieron un encuentro en privado.
Carlos y Camilla de Inglaterra permanecieron tres días y dos noches en Jordania, pero abordaron una apretada agenda repleta de actos oficiales tanto juntos como separados para la promoción de la cultura empresarial británica, la colaboración militar, el incremento de la implicación de las mujeres en la sociedad y el fomento del diálogo interreligioso. Durante su estancia, el hijo de Isabel II realizó una visita a la Mezquita del Rey Hussei, mientras su esposa visitaba un museo para niños y una escuela secundaria para niñas, acompañada por la Reina de Jordania y la princesa Wejdan Bint Fawaz. Dos de los actos que más tocaban la fibra de los Reyes y que más disfrutaron ellos. El Príncipe de Gales admiró la belleza arquitectónica del edificio, que el rey Abdalá encargó construir en memoria de su difunto padre, el rey Hussein, y la Duquesa de Cornualles se mostró muy interesada en la gran causa educativa de la reina Rania.
Jordania solo ha sido el principio de su gira por Oriente que continúa en Catar con idénticos honores. Y no será diferente en Omán. El sultán Qaboos bin Said al Said, un viejo amigo de la Familia Real inglesa, y en especial de la reina Isabel, dará seguro una cálida bienvenida a la pareja real. Cuando la soberana inglesa visitó por última vez Omán en 2010, el Sultán cambió de fecha las celebraciones de su Jubileo, originariamente planeadas para julio, para hacerlas coincidir con la visita de la Reina. Tal es la consideración y el cariño por la reina Isabel en Omán, que el Sultán reservó tres días de grandes acontecimientos a ella y al príncipe Felipe. Un recibimiento que puede repetirse para el Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles.
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