Este no es un Debate sobre el Estado de la Nación, cualquiera. Porque el estado es crítico". Con estas palabras, el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, inauguraba su primera intervención en un debate de estas características. Nunca antes había participado en un formato como éste, y por ello, la expectación ante su estreno era máximo. Los recortes en sanidad y educación, la pobreza y las sospechas de corrupción que actualmente ciernen sobre el PP han sido los temas en los que el líder de la oposición ha decidido centrar su intervención.
A las cuatro de la tarde, muy puntual, ha arrancado en el Congreso de los Diputados la segunda parte de esta importante cita política que a lo largo de este miércoles y jueves se desarrollará en el Parlamento. El turno, ahora, es de todos los grupos parlamentarios, que tras haber escuchado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, les toca desgranar sus argumentos de oposición. El primero, tal y como marca la tradición, ha sido el Partido Socialista, que en boca de su secretario general ha amonestado al líder del Ejecutivo por "mentir".
Por mentir con un programa electoral que nunca cumplieron y que defendieron con la única pretensión de ganar las elecciones generales pasadas. Y por mentir en lo que al 'caso Bárcenas' respecta. "Usted dijo primero que todo era falso, y luego añadió que todo salvo algunas cosas. ¿En qué quedamos?", ha espetado Rubalcaba, que ha acusado al líder del Ejecutivo de añadir a las crisis económica, política y social, una "crisis moral" por culpa de la corrupción y supuesta financiación ilegal en el PP. "¿De verdad señor Rajoy cree usted que se puede gobernar un país pendiente cada mañana de que al señor Bárcenas le entre un ataque de sinceridad?", ha preguntado el líder de los socialistas, que cree que la combinación entre la corrupción y la situación económica y social del país es "veneno para nuestra democracia".
"Su afán de defender a los suyos se ha impuesto sobre su responsabilidad institucional", ha reprochado Rubalcaba tras citar el respaldo del presidente del Gobierno en su día a Francisco Camps, Jaume Matas y Luis Bárcenas. Así pues, ha vuelto a insistir en la idea de la dimisión. "Es lo mejor para España", ahora bien, "la decisión ahora es suya, igual que la responsabilidad", ha matizado.
Unas duras acusaciones, que han sido respondidas con una dura réplica por parte del presidente del Gobierno. "Mi partido, por el momento, no ha sido condenado por corrupción, el suyo sí". De esta manera, Rajoy ha dado cerrojazo al debate sobre corrupción que había emprendido el secretario general del PSOE, aunque sigue resistiéndose a nombrar al extesorero de su formación, durante muchos años uno de sus hombres de confianza. Rajoy ha preferido generalizar en sus referencias a este controvertido tema. "Debemos de hacer un esfuerzo todos. Dejémonos de demagogia", ha espetado un Rajoy preocupado por la desafección de los ciudadanos hacia los políticos.
Sobre la petición de dimisión, Rajoy ha hecho oídos sordos. "Pide demasiadas dimisiones, yo no voy a pedir la suya porque ya hay quien se la pide dentro". El presidente del Gobierno sigue convencido de que los socialistas no tienen autoridad moral para hacer este tipo de peticiones, y que su mayoría absoluta les legitima para continuar al frente del barco. "Gobernamos porque así lo han querido los españoles. Estamos haciendo frente a una crisis muy difícil, pero a pesar de esta situación tenga la certeza de que cumpliremos nuestro mandato", ha rematado.
Crisis política/crisis territorial
No obstante, la solución de Rubalcaba a la corrupción pasa por más medidas anticorrupción. En este punto ha reconocido estar de acuerdo con las propuestas este miércoles por el presidente del Gobierno, aunque ha añadido algunos puntos más. La creación de una unidad policial que "controle a las administraciones públicas", prohibir las donaciones de empresas a los partidos políticos y que la Audiencia Nacional se encargue de los casos de corrupción, han sido algunas de ellas. Se trata, ha dicho el líder socialista, de buscar soluciones "fuera" de lo que los políticos no han podido hacer "dentro". A su juicio, los ciudadanos "no están contra la política, sino contra la mala política" y lo que quieren son partidos "más transparentes, más honestos y más cercanos". Es más, según Rubalcaba, la reforma del sistema electoral para hacer unas circunscripciones electorales más pequeñas y desbloquear las listas de los partidos con el objetivo de acercar a los ciudadanos a la política y "fomentar su participación", podría ser una de las claves.
Así pues, Rubalcaba también ha hablado de una "crisis territorial". En su discurso de este miércoles, el líder del PSOE no se ha querido olvidar del problema que actualmente existe con Cataluña. "La realidad, nos guste o no, es que hoy hay muchos catalanes que creen que la Constitución no ampara las fórmulas que ellos eligieron", ha recordado el socialista, que considera que todos estos problemas "exigen abrir la Constitución". En este sentido, ha propuesto que el Congreso haga un "planteamiento" a las comunidades autónomas para que la Carta Magna pueda recoger las "singularidades de los territorios", así como también, avanzar hacia un "modelo federal".
Recortes y más pobreza
Ahora bien, además de la corrupción, la otra gran pata el discurso de Rubalcaba ha girado en torno a los recortes del Gobierno 'popular'. Unos ajustes, que ojos del socialista, ha llevado a España a una situación "crítica" en la que "la preocupación de hace un año de los españoles se ha convertido en angustia y la incertidumbre en desesperación". Para el líder de la oposición, la política del Ejecutivo en este año se ha basado en "recortes brutales y arbitrarios", lo que ha llevado a "recesión, desempleo y desigualdad" que ha provocado una "crisis social" con "casi un millón de puestos de trabajo destruidos".
En su opinión, la gestión de la crisis del Gobierno del PP ha provocado una "generación irrecuperable" y "no va a ser fácil" dar marcha atrás a la situación porque ha acusado al Ejecutivo de "destruir todos los consensos básicos". Así, ha advertido a Rajoy de que "la España que salga de la crisis será más injusta, más pobre y más inhumana". Ante esta situación de "emergencia nacional", Rubalcaba ha preguntado "por qué no intentar un acuerdo ambicioso por el empleo y la cohesión social", sobre todo porque, tal y como ha recordado, "la experiencia demuestra" que tanto en el Congreso como fuera de él ya se han logrado acuerdos en distintos asuntos. "Lo piden los españoles y es lo que necesita España", ha concluido.
En su opinión, la gestión de la crisis del Gobierno del PP ha provocado una "generación irrecuperable" y "no va a ser fácil" dar marcha atrás a la situación porque ha acusado al Ejecutivo de "destruir todos los consensos básicos". Así, ha advertido a Rajoy de que "la España que salga de la crisis será más injusta, más pobre y más inhumana". Ante esta situación de "emergencia nacional", Rubalcaba ha preguntado "por qué no intentar un acuerdo ambicioso por el empleo y la cohesión social", sobre todo porque, tal y como ha recordado, "la experiencia demuestra" que tanto en el Congreso como fuera de él ya se han logrado acuerdos en distintos asuntos. "Lo piden los españoles y es lo que necesita España", ha concluido.
Rajoy le recuerda a Rubalcaba su pasado
Ahora bien, Rajoy no ha podido evitar expresar su total rechazo a la manera de acusar de Rubalcaba, al que ha tildado de olvidadizo. "Tiene usted una historia señor Rubalcaba y es que habla de lo que nunca hizo e hizo lo contrario de lo que ahora está proponiendo, y así visto, qué credibilidad tiene usted para plantear nada aquí", ha respondido al líder del PSOE, al que ha reprochado que ahora proponga "lo contrario" a lo que hizo cuando formaba parte del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. Una puntualización que ha despertado la ovación de la bancada 'popular'.
En este sentido, Rajoy ha recomendado al socialista que "no dé lecciones", puesto que no se lo iba a permitir. "Hemos tenido que volver a arreglar el desaguisado que provocaron", le ha espetado, para emplazar en continuas ocasiones a que "diga la verdad y no haga demagogia". En lo que respecta a sanidad o hipotecas, Rajoy ha vuelto a la herencia recibida para justificarlo todo. "Estamos corrigiendo unas políticas que llevaron a la quiebra", ha remachado el presidente del Gobierno.
En este sentido, ha dicho comprender que ahora nada de lo que propone el Gobierno del PP le parezca "bien". "Lo comprendo porque cuando la tarea de criticar corresponde a aquel que estamos rectificando, es comprensible que nada le parezca bien. Es de puro sentido común", ha enfatizado. Además, ha afirmado rotundo que "no es verdad" que no sólo ha planteado un acuerdo en materia de corrupción sino en más materias como en materia de pensiones, política exterior o educación. "¿Por qué engaña al conjunto de la Cámara?", ha preguntado Rajoy, utilizando el mismo argumento de crítica que Rubalcaba empleó al inicio de su comparecencia: la mentira.
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